La Denominación de Origen (DO) Bierzo «hace historia» con la aprobación de su nuevo pliego de condiciones, que incluye la nueva clasificación del viñedo en «unidades geográficas menores» (vino de DO, vino de villa -municipio o pedanía-, vino de viña clasificada y gran vino de viña clasificada), a la que habitualmente nos referimos como zonificación. Este es uno de los grandes logros de esta región vinícola. Y es que se convierte en la primera y única (por el momento) de España en aplicar esta clasificación. De esta manera se acerca a algunas de las más prestigiosas zonas productoras del mundo, como Borgoña (Francia) o Piamonte (Italia).
«Nuestro pliego de condiciones incorpora renovaciones de mucha importancia, que van a hacer historia y revolucionar esta área de producción de vinos en España», destaca la presidenta del Consejo Regulador de los Vinos del Bierzo, Misericordia Bello. A este respecto, añade que esta zonificación del viñedo «va a dar mucha importancia a toda la cadena de valor desde el viticultor al mercado», permitiendo «poner los cimientos para un cambio en la zona» que permitirá a bodegueros y viticultores aumentar el precio de los vinos y de las uvas. «Los mercados internacionales y los profesionales del vino conocen muy bien en que consiste esto de la clasificación geográfica, que supone unir al vino a su origen, ofrecer el vino de aquella viña que es especial y dotar a la botella de la documentación que ratifica esto», apostilla.
Un tercio de las bodegas
Para Misericordia Bello supone una «gran revolución» y es el «gran hito» que se puede hacer en una denominación de origen. Así, destaca que en los últimos años un tercio de las bodegas, 25 de las 79 inscritas en la DO, ya han comunicado al Consejo Regulador su intención de elaborar y etiquetar sus vinos de acuerdo con la nueva clasificación por unidades geográficas menores. Esto les obligará a reducir el rendimiento de uva entre un 20 y un 35%. «Un tercio de las bodegas de la DO ya han hecho en las tres últimas cosechas la trazabilidad de sus uvas para poder acogerse al nuevo pliego de unidades geográficas menores».
«Vamos a marcar un antes y un después en esta DO», insiste la presidenta de los Vinos del Bierzo. Y es que desde el Consejo Regulador se lleva haciendo ya un trabajo previo para facilitar la implantación de este nuevo sistema. Hace dos años que se aprobó ese nuevo etiquetado que permite marcar la trazabilidad del vino. Además, no es obligatorio que todas las bodegas utilicen la clasificación de «unidades geográficas menores». Se podrán seguir utilizando sus marcas y el etiquetado genérico como vino de DO Bierzo.
El último paso
Ya solo queda un último paso para la entrada en vigor del nuevo pliego. El único trámite pendiente, su comunicación a la Comisión Europea por parte del Ministerio de Agricultura. Tras la publicación de su aprobación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado 22 de agosto, se han cerrado los dos meses de información pública sin la presentación de una sola alegación al texto. Prevén tener ese acuse de recibo por parte de las instancias europeas en un mes y medio, sobre la primera quincena de diciembre y que, a partir de ese momento, se puedan poner en marcha la elaboración de los vinos y las prácticas que se han implementado en el pliego «con total libertad».
Bello destaca el trabajo realizado en estos casi cinco años. Y es que este proceso de cambio se inició en enero de 2015 y en sólo tres años después, en mayo de 2018, se pudiera presentar la propuesta de nuevo pliego ante la Junta de Castilla y León. Así, agradeció al Instituto Tecnológico Agrario (Itacyl) su colaboración para sacar adelante este ambicioso documento que sitúa al Bierzo a la cabeza de la zonificación, un aspecto en el que también trabajan otras denominaciones como Priorat o Rioja.
Las nuevas variedades
Pero la clasificación del viñedo no es la única novedad del pliego de condiciones de la DO Bierzo. A partir de ahora, se suman otras dos variedades, estaladiña y merenzao, a las seis variedades tradicionales de la denominación (mencía, garnacha tintorera, godello, doña blanca, palomino y malvasía). La estaladiña y la merenzao «salpican» el viñedo viejo, son minoritarias pero «son históricas del Bierzo» y «de mucha importancia enológica». Así, podrán llevar contraetiqueta de la DO Bierzo algunas elaboraciones que ya se realizan en la actualidad con esta variedades. Ese es el caso del Mengoba Estaladiña de Gregory Pérez o el que elaborarán en Vinos Catariña con las nuevas plantaciones de merenzao.
Otras elaboraciones: claretes y tintos
Asimismo, se incorporan a la DO Bierzo los tradicionales claretes del Bierzo -que insistimos, no son lo mismo que los rosados-. El pliego indica que la elaboración de este tipo de vinos se hará de acuerdo «con la forma tradicional de
elaborar ese tipo de vinos en el Bierzo». El porcentaje de uvas tintas deberá estar entre un 40% y 60%, mientras que el resto serán uvas de variedades blancas. «Se procederá a realizar prensado directo o pasar por un periodo de maceración prefermentativa y posteriormente se prensará», describe. También deberá emplear entre un 5% y un 10% de hollejos despalillados de variedades blancas o tintas.
También hay novedades en la elaboración de los vinos tintos. Según nos aclara Ricardo Pérez Palacios, a partir de ahora se podrán hacer monovarietales de cualquiera de las variedades de uva tinta (hasta ahora sólo estaban permitidos para los vinos mencía). Asimismo, en los multivarietales o de mezcla se podrán incluir hasta un 15% de variedades de uva blanca (el anterior pliego no permitía el uso de variedades blancas en la elaboración de tintos).
Diez nuevos municipios
El ámbito geográfico de la DO incorpora diez nuevos municipios elaboradores. Estos son Benuza, Berlanga del Bierzo, Fabero, Folgoso de la Ribera, Igüeña, Oencia, Sobrado, Toreno, Torre del Bierzo y Trabadelo. Su reconocimiento supone sumar cerca de 240 hectáreas más de viñedo. De esta manera, elaboradores como 13 Viñas (con parcelas en Toreno) y Casa Aurora (Albares de la Ribera) podrán incorporarse y elaborar sus vinos bajo el amparo de la denominación de origen. Ya son 32 los municipios que constituyen esta región vinícola.
La presidenta del Consejo Regulador estuvo acompañada por la directora técnica del CRDOB, Carmen Gómez. Junto a ellas Álvaro Palacios y Ricardo Pérez Palacios como impulsores principales de la nueva clasificación del viñedo, así como por Guillermo Tenoira, Alfredo Marqués y Serafín Quiroga, que también han participado activamente en la elaboración del nuevo pliego. Palacios destacó que con la nueva clasificación del viñedo se está «devolviendo la dignidad histórica a una zona productora» como el Bierzo, que sufrió como otras zonas las consecuencias de la decadencia de la agricultura durante el siglo XX.
Así, asegura que el nuevo etiquetado permitirá devolver su «identidad propia» a esta zona vinícola, resaltando el valor de villas, parajes y viñas, frente a la tendencia existente hasta ahora que era amalgamar todo bajo el paraguas de las denominaciones de origen regionales. «Con esta clasificación piramidal se pretende devolver el honor y la dignidad a las zonas vinícolas», insiste Álvaro Palacios, que asegura que la zonificación permite «dar un paso más hacia arriba» y adecuar a la DO Bierzo «a las exigencias de los mercados de los grandes vinos».
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