¡Tema libre! La bodega de Descendientes de J. Palacios nos ofrece ahora la posibilidad de probar algunos de los «experimentos» líquidos que realizan vendimia tras vendimia y que saldrán bajo el nombre de ‘Tema libre’. Y se estrena con dos tintos de mencía, utilizando las mismas uvas y misma elaboración, uno con sulfitos y otro sin sulfitos. «En la bodega siempre hemos hecho muchas pruebas y experimentos para probar cosas diferentes, mejorar y aprender», explica el bodeguero Ricardo Pérez Palacios, Titín.
Así, ‘Tema libre’ se convierte en un nuevo proyecto para dar salida a esas «curiosidades» que hasta ahora sólo probaban los trabajadores y algunos amigos. Desde que llegaran al Bierzo en 1999, los Palacios han realizado maceraciones carbónicas, vinos blancos con maceraciones largas y claretes con madreo (un técnica tradicional de elaboración en la que se añaden racimos enteros y sanos al mosto en fermentación). Hasta algún vino fortificado y algún vino de palomino del Bierzo con crianza biológica sin encabezar que, advierte, «acabó siendo un gran vinagre». También han elaborado aguardientes de paraje, incluido uno de su viña «fetiche», La Faraona.
Tema libre, dos vinos iguales y diferentes
«Todas esas pruebas van a quedar amparadas en ‘Tema libre’ para no tener que sacar una marca nueva cada vez que hacemos un vino nuevo y diferente», apostilla Titín, que destaca que su destino será principalmente el mercado local. Los dos ‘Tema libre’ de la añada 2019, Tinto Mencía y Tinto Mencía Sin Sulfitos, permiten apreciar cómo afecta la adición de sulfuroso al vino. Ambos están elaborados con las uvas de uno de sus viticultores, Pachu, procedente de unos viñedos de 20 años de Iglesia de Campo y certificados en agricultura ecológica. «Hasta ahora no le comprábamos esa uva para nuestros vinos porque era de viña joven», precisa el bodeguero y viticultor, que adelanta que a partir del año que viene los viñedos de Descendientes de J. Palacios ya estarán también certificados en ecológico.
Ricardo Pérez Palacios explica que «es la misma uva y elaborada de la misma manera» y que la única diferencia está en los aditivos. «Uno no lleva ningún tipo de aditivo y al otro se añade una pequeña cantidad de sulfito en la fermentación y a la hora de embotellar», detalla, mientras destaca que, como el resto de los vinos que comercializan en la bodega, esos niveles están incluso por debajo del máximo permitido por el pliego de condiciones de la agricultura ecológica. En total, han elaborado unas 1.000 botellas del tinto con sulfitos y otras 1.000 del tinto sin sulfitos.
Un proceso controlado
Estas dos primeras elaboraciones para ‘Tema libre’ han supuesto un experimento «muy controlado y medido». Y para ello han contado con la ayuda de un estudiante en prácticas del Máster de Enología de la Universidad de León (ULE). Él es quien se ha encargado de hacer los remontados, el seguimiento y los análisis para comprobar cómo el sulfito afecta al sabor y aromas del vino y también al control de microorganismos. «En el vino sin sulfitos se ha desarrollado la levadura Brettanomyces, por lo que lo hemos filtrado (el vino con sulfitos no necesitó ser filtrado) para que no se desarrolle después en botella», explica Titín.
Generalmente son vinos «un poco más delicados», pero pueden llegar a conservarse bien en el tiempo. Eso sí, hay que ser un poco más cuidadosos con las recomendaciones de guarda que hay para cualquier vino, sobre todo evitar el calor y las oscilaciones de temperatura. «Hace un año abrimos una de las últimas botellas del Moncerbal 2003 sin sulfitos, con Pitu Roca, y estaba de muerte», recuerda.
¿Con sulfitos o sin sulfitos?
Pues básicamente es una cuestión de gustos. Con estos dos vinos puedes intentar descubrir esos diferentes matices aromáticos y de sabor que hay entre uno y otro, incluso en el color y en la textura. Puedes decidirte por uno de los dos o ser una indeciso (como yo). «Siempre en ecológico, esta etiqueta nos va permitir aprender muchas cosas y disfrutarlas en un ambiente cercano», apunta Titín, que además es quien se ha encargado del diseño de sus etiquetas. La etiqueta de cada botellas es única, con un motivo abstracto en rojo para el tinto sin sulfitos y azul para el tinto con sulfitos. En la contraetiqueta, manuscrito el «apellido» de cada ‘Tema libre’, la añada y el grado alcohólico.
Dirigido a la venta local, ‘Tema libre’ ya se ha empezado a vender en el Mercado Campesino que se celebra el primer domingo de mes en Cacabelos y podrá encontrarse igualmente en El Puestín del Mercao los miércoles y sábados en Ponferrada. También está previsto que se haga un hueco entre los vinos del restaurante ecológico La Marmita Verde y el mexicano King Kong, también en la capital berciana. Su precio está en torno a los 6 euros.
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