El calor fue uno de los protagonistas de la última edición del Festival Estival Demencial (FED), que tuvo lugar este pasado viernes en el castillo de los Templarios. Unas temperaturas que animaron, sobre todo a primera hora, a la búsqueda de elaboraciones en blancos y rosados, más frescos. Los vinos de godello, doña blanca y palomino del Bierzo brillaban en las copas, junto a los de otras variedades ‘foráneas’ como la treixadura de El Patito Feo y los atractivos rosados de mencía -desde el de Capricho al de Gran Bierzo- o los elaborados con albillo y tinto fino de Bertrand Sourdais en Ribera de Duero.
Tras la presentación del libro ‘Filantropia corporativa. Influencia de la gestión empresarial vitivinícola’ de la investigadora y profesora de la Universidad San Jorge de Zaragoza, Rosana Fuentes, el análisis del arquitecto Manuel Neira sobre potencial enoturístico de las bodegas bercianas ubicadas en el Camino de Santiago y escuchar experiencias y diferentes propuestas para acercar el vino a los jóvenes, desde la serie ‘The Wine Van’ (de Mil Ojos Producen, en Amazon Prime) a la asociación Jóvenes por el Vino, iniciamos nuestro recorrido por las cerca de una treintena de bodegas distribuidas en los dos corredores del palacio.
Nuestra primera parada fue en la mesa de Almázcara Majara y Vinos Botón. Estas bodegas elaboran en Molinaseca con un 90% de viñedo propio y con certificación ecológica. «Fuimos pioneros en hacer godello en barrica con ‘Demasiado corazón’ en Almázcara y ahora hacemos también godello en fudres de madera en ‘Para muestra un botón'», destaca Manuel Benito Otero, que señala igualmente en la mesa sus tintos de mencía ‘Jarabe’, ‘Valdecampo’, ‘Para muestra un botón’ y ‘Mago Chalupa’. Precisamente, me animo a probar el ‘Mago Chalupa’ blanco, con un 60% de godello y un 40% de jerez.
De mesa en mesa
Continuamos con José Antonio García, que acude al FED con los jóvenes UnCulín (el blanco con 70% de doña blanca y 30% godellos y el tinto 100% mencía) y Aires de Vendimia, tanto el 100% godello fermentado en barrica como el 100% mencía de Valtuille, con raspón, vinificación en fudres y crianza de un año. Estos dos últimos obtuvieron 92 puntos Parker. A su lado, la bodega Don Pedrones, un proyecto familiar asentado en Fuentesnuevas del que no había oído hablar. Pethiox es su marca. «Pethiox Cielo, que es el godello, Pethiox joven, Pethiox 12 meses en barrica y Pethiox Distinción con 22 meses», nos explica Félix Barrio, que destaca que «todo es viñedo propio».
De ahí pasamos a charlar con David Arias para volver a probar el Valle del Recunco Crianza 12 meses, que acaba de presentar hace apenas dos semanas, y saludar a Jorge Vega, de Puerta del Viento, para dar unos sorbos a la doña blanca de La Primera Novia, que presidía la mesa junto a su godello y mencía. Y una nueva parada en la mesa de Gancedo, cuyo rosado de mencía me encanta. Tan fresco, tan goloso. Con ese calor se agradece mucho. Su técnico de bodega, nos explica las diferentes etiquetas, desde el godello (con 85% de esta variedad y 15% restante de doña blanca) a los tintos Gancedo Mencía (joven con seis meses de barrica), Xestal (12 meses de crianza) y Ucedo (vino de paraje de viña centenaria con 12 meses).
De corredor en corredor
Con Santi Ysart volvemos a probar los vinos de Cantariña, que participa por primera vez en el FED con tres de sus cuatro elaboraciones: Cantariña 1 La Garnacha, Cantariña 2 La Viña de los Pinos y Cantariña 4 Doña Blanca. Me tiro de nuevo al blanco, muy rico, mientras Santi nos avanza que sacarán un nuevo vino con las uvas de las viñas de Valdeobispo. Ya hemos recorrido la mitad del corredor inferior y es momento de subir a la primera planta para catar alguno de los vinos de Demencia Wine (elegimos entre Pyjama Mencía, Pyjama Godello y Demencia) y las otras elaboraciones en las que participan, Taruguín (Ribera de Duero) y Gatuno (Vinos de Madrid).
Pasamos por delante de la mesa del vermú Forzudo y nos acercamos a ver el relanzamiento de Gran Bierzo, marca que forma parte de la cooperativa Viñas del Bierzo de Camponaraya. «Estamos seleccionando distintos parajes y distintas zonas para realizar distintas líneas de trabajo. Uno es Gran Bierzo y las otras Valmagaz y Naraya», nos explican. Entre los cinco vinos de Gran Bierzo (Godello, Rosado, Mencía 3 meses, Mencía 12 meses y Origen), decido probar el rosado, que tiene como peculiaridad su crianza en barrica de madera de castaño y un color muy diferente.
Seguimos con Vinos Valtuille y su Pago de Valdoneje para charlar un rato con Elena García. El día anterior ya habíamos compartido un par de botellas de su Godello 2018, barbacoa y piscina con los amigos para aplacar el calor. Catamos entonces El Valao, uno de nuestros favoritos de la bodega, que en el FED presentó también su Viñas Viejas 2016, Mencía 2018 y Mencía Roble.
De copa en copa
Y cambiamos las variedades autóctonas por la treixadura de El Patito Feo. Bodegas Pateiro trajo al FED tres vinos: Saramusa, Patito Feo Blanco y Patito Feo Blanco. Su nombre hace referencia a ese patito que se convierte en cisne, a ese vino que va de menos a más, que es mejor según pasan los años. El blanco es un treixadura sobre lías, una parte se elabora en depósito y otra en barrica, mientras que el tinto es una mezcla de variedades ancestrales de Ribeiro (caiño longo y sousón), muy aromático, potente en boca, elegante y dulce al final. Probamos su vino más comercial, el Saramusa, un treixadura muy aromático, pensado para el público joven y con una etiqueta muy cervecera.
Bodegas Estévez ofreció de nuevo su línea de Versos de Valtuille y Noelia de Paz volvió a poner sobre la mesa su Trasto y Grizzly de Prieto Picudo. Entre ellos dos, saludamos al ‘vigneron’ Bertrand Sourdais para probar un Roselito, un fresco rosado de albillo y tinto fino, y conocimos la última creación de Vinos Lof, el chardonnay Angelita. Sus uvas proceden de una viña del Pico del Castro de Valtuille que plantaron los padres de Víctor hace 25 años y antes vendían a bodegas de Galicia y también una parte a Prada a Tope para su Xamprada. Empezaron a vinificarlo ellos hace tres años y esta añada 2018 es la primera que sale al mercado, con paso por barrica de roble francés. Un vino muy floral, con cuerpo y estructura.
De trago en trago
El sol ya está bajando y estamos en los momentos de máxima afluencia en el FED. Nos acercamos a la mesa de Raúl Pérez, que ofrece sus vinos de La Vizcaína (Las Gundiñas, La Poulosa, La Clave y La Vitoriana) y el Ultreia Godello. Tras unos tragos de La Poulosa, pasamos a visitar a Javier González, de la bodega Michelini i Mufatto, para beber de nuevo el palomino de Mundo Zeppelling. Es una de las etiquetas que vemos en el festival, junto a las de sus vinos Don Beto y Plop! En el Camino.
Continuamos con César Márquez, con muchas ganas de probar La Salvación, elaborado con cepas de godello centenarias y muy equilibrado, diferente. Es el que nos quedaba por probar de la mesa, donde también estaban sus elaboraciones de El Rapolao, Parajes y Las Firmas. Volvemos a bajar al corredor inferior para catar los últimos vinos, con primeras paradas en las bodegas Valle Blanco, donde Pipo nos sirve un copa de Siete Cuartales Crianza, y Godelola, el godello de la familia Potes Pintor. Se trata un nuevo proyecto que dio sus primeros pasos 2012 cuando decidieron arrancar una viña centenaria que tenía su madre en Cacabelos y plantarla de godello. Su producción ha ido evolucionando a medida que crece su viñedo hasta llegar en 2018 a las 1.007 botellas del joven y 420 del barrica.
FED, la recta final
En nuestra recta final, nos encontramos con dos grandes bodegas del Bierzo como son Luna Beberide (probamos el ART, una de las etiquetas que están en el FED junto Luna Beberide Godello y Finca Luna Beberide) y Peique, que trae al festival su godello joven (con crianza en lías durante cinco meses), cuatro mencías (Peique Mencía, Peique Ramón Valle, Peique Viñedos Viejos y Peique Selección Familiar) y su garnacha tintorera.
Nos quedó por probar esa noche alguno de los vinos de Mario Rovira, de la bodega Akilia. Desde pequeña tengo la costumbre de apartar en el plato lo que me más me gusta para comerlo al final. Y esta vez llegamos tarde. Habrá que esperar a otra ocasión para volver a beber el palomino fino en rama de la Tosca Cerrada, que Mario elabora bajo velo de flor en Cádiz.
Después de cinco años, el Festival Estival Demencial se consolida como cita obligada cada verano para los amantes del vino en el Bierzo. Ahora el reto, señala su director, Nacho León, es «hacerlo más grande».
Los comentarios están cerrados.