La Denominación de Origen (DO) Bierzo cerró la vendimia con la producción de 13,3 millones de kilos de uva. Una cosecha que supone un incremento de casi el 19% respecto al año pasado, cuando se recogieron 11,2 millones de kilos. Y lo hace a pesar de la reducción registrada en el número de viticultores y superficie inscritas. En concreto, 783 viticultores (de 2.092 a 1.309) y 412 hectáreas (de 2.862 a 2.450) menos.
Además, el aumento de la producción de uva en la comarca asciende hasta un 46,5% respecto al 2017, cuando las heladas y la sequía causaron una importante merma hasta los 9,1 millones de kilos. De esta manera, la DO Bierzo se recupera de las pérdidas de producción registradas en los dos últimos años y vuelve a los niveles de campañas anteriores.
Según destacan desde el Consejo Regulador de los Vinos del Bierzo, la añada 2019 se caracterizará por vinos con «buen color, potentes en nariz, intensos en boca y con unos parámetros de pH y acidez muy buenos, lo que reforzará la calidad de los vinos y el carácter varietal». Un año más seco y cálido, que aportará elementos diferenciales respecto a los caldos bercianos del 2018, que estuvieron más influidos por el clima atlántico y con un carácter más fluido, fresco y ligero.
Por variedades
La gran mayoría de la cosecha (el 95%, con 12,6 millones de kilos) se ha destinado para la elaboración de vinos con DO Bierzo. Así, por variedades, la mencía sigue reinando en el viñedo del Bierzo con una producción 10.048.220 kilos de uva (+12,7%). Le siguen el godello con 1.234.688 kilos (+17,7%), el jerez (palomino) con 1.089.022 kilos (+38%), la doña blanca (valenciana) con 191.438 kilos (-12,3%), la garnacha tintorera (alicante bouschet) con 107.390 kilos (-42,2%) y la malvasía, prácticamente testimonial, con 7.710 kilos (-41,1%).
Buenas condiciones climatológicas durante la vendimia
Las condiciones climatológicas durante la campaña fueron “muy buenas”, destacan desde la DO, permitiendo a los viticultores y bodegueros vendimiar a medida que la uva iba madurando, consiguiendo así una calidad excepcional. La brotación del viñedo tuvo lugar entre la primera y segunda semana de abril, dentro de los parámetros habituales y sin incidencias y, aunque en la floración se apuntaba a una cosecha muy abundante por el número de racimos, se redujo levemente debido a las precipitaciones registradas durante el cuajado. Eso sí, en líneas generales, las precipitaciones han estado por debajo de la media en 2019. Durante el año agrícola se ha registrado un total de 528 milímetros cúbicos, cuando en el ámbito geográfico de la DO Bierzo las lluvias suelen alcanzar en torno a los 700 milímetros.
«Aún así , todos los expertos coinciden en que ha sido una campaña excelente», apostillan fuentes del Consejo Regulador. La floración tuvo lugar la primera quincena del mes de junio y, tras el proceso de envero y maduración, la vendimia se inició el pasado 3 de septiembre y se desarrolló de «forma fluida» hasta cerrarse el pasado 20 de octubre, cuando se registró la última entrada de uva.
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